Tres Nuevos Sabores Para Nuestra Paladar
Musical
Por el estudiante Mateo Marín
Basé la búsqueda de nuevas propuestas
artísticas que nunca antes hubieran rebosado de arte mis osículos en una
premisa con la que me he valido los últimos meses: el de separar la Música, y
la Música Arte. Como en este artículo no nos concierne esta diferenciación, y
es muy relativa, diré rápidamente mi opinión acerca de esto. La Música Arte es
para mí –por ahora-, aquella que contiene los pilares fundamentales de la
música en sí (como el ritmo, la melodía y la armonía) y que los utiliza para
llegar a un estado elemental y catártico tanto del alma como de la mente: ésta,
pues, no pretende que el arte sea un medio para llegar a algo, sino el fin
último de todo. El resto es “sólo” Música (lo cual de por sí es increíble y
majestuoso).
El primero de los artistas que encontré, y
en el cual evidencié el susodicho proceso catártico, fue una artista llamada
SoKo. SoKo es el sobrenombre de esta Americana, que por ahora reside en Los
Ángeles. Ella sugiere la posibilidad de que pueda o no pueda ser un Allien,
además de reiterar que su más grande influencia es su depresión. Su simplismo
es verdaderamente romántico, y, ante nada, embrutecedor.
Segundo, di con Parov Stelar, un músico
austriaco, relativamente joven. El encuentro con éste fue especialmente
llamativo, pues, a pesar de que disfruto mucho la buena música electrónica,
siempre tuve una dualidad acerca de dónde clasificarla, si entre la Música
Arte, o la Música. Stelar es un minimalismo aparte; completamente diferente a
cualquier otro minimalismo que jamás hubiese escuchado. Vale la pena y media…
Tercero y último, el Indialucia Project.
Esta propuesta es la increíble fusión no sólo de dos increíbles familias
musicales como lo son la música india y el flamenco, sino, también, la de dos
etnias y culturas flagrantemente distantes. El formato podría sonar inverosímil
para alguien que jamás hubiese escuchado esta agrupación; es simétrico,
armónico, estético y puramente artístico. Cabe recalcar que todos los conformantes
de esta banda, como se menciona en la descripción del video, se adentran en el
proceso catártico de la música incluso antes de interpretarla, pues practican
una meditación espiritual llamada Sahaja Yoga.
Aquí, tres diáfanos ejemplos de la variedad musical de la que nos vetan los medios que, irónicamente, nos pueden llevar hasta ellos. El existencialismo implícito y frívolo de
SoKo, el minimalismo casi personal de Stelar y la globalización en su última y mejor instancia al escuchar el Indialucia Project; sólo algunos ejemplos; todos increíbles.
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