Tres propuestas musicales que el mundo tiene que conocer
Por el estudiante Juan Macías
Hay muchos tipos de música, para todos los gustos, para todas las edades colores y religiones. Es casi imposible que una persona no sienta placer aunque sea hacia una pieza de cualquier época. Es que la música siempre ha estado presente en todas las culturas y se ha desarrollado de la mano con la civilización. Por lo que la música no es solo un instrumento para divertirse, sino también para comprender mejor el mundo y es por eso que la visión de los músicos sobre el mundo y en general del artista debería ser siempre escuchada y tenida en cuenta. La música siempre ha estado ahí para decir las palabras que no pueden ser dichas.
Bueno sin más perorata, con la cual estoy seguro los aburro, aquí van mis tres ejemplos musicales.
En primer lugar tengo el placer de presentar, no tanto un artista sino un tipo de técnica vocal que viene del oriente y más precisamente de Mongolia llamada “Throat singing”.
La particularidad de esta música es que el cantante no usa las técnicas convencionales utilizadas en occidente donde suena la nota que el intérprete canta, sino que en este tipo de música suenan los armónicos de la nota que el intérprete realiza.
Para comprender lo que estoy diciendo o tratando de decir, se tiene que entender que cuando se toca una nota (frecuencias) hay notas (frecuencias) secundarias que se escuchan difícilmente, pero se saben que están ahí. Los armónicos son por lo tanto esas notas secundarias de la nota fundamental (la nota que generalmente se escucharía, que se quiere tocar). Por lo tanto podemos ver que el interés de la técnica “throat singing” es que se escuchan los armónicos o sea las notas (o frecuencias) secundarias en vez de la nota fundamental.
Esto hace que se produzca un sonido muy particular , extraño, al cual no estamos acostumbrados ya que no corresponde a los parámetros de la música occidental.
He escogido por lo tanto un ejemplo del “throat singing” como sugerencia debido a que lo considero distinto y además porque me agrada el sonido que se produce gracias a esta técnica.
El segundo ejemplo que quisiera mostrar es través una de las obras que revolucionó gran parte de la música occidental de mediados del Siglo XX. Esta obra se llama “4:33” y es escrita por John Cage. La particularidad de esta obra es que no posee ninguna nota escrita. El objetivo es que un solista se quede en silencio durante cuatro minutos y treinta y tres segundos. El quiz de esta obra es demostrar que al ser humano le es imposible quedarse totalmente callado y recordarle a los músicos que la música está compuesta de sonidos y silencios. Sin embargo esta pieza y en general gran parte de la obra de Cage ha provocado un gran debate entre los críticos musicales que se han interrogado si esto verdaderamente es música o no ya que mucha formación musical para interpretar esto, pero sobre todo los desacuerdos se deben a que la definición de música provoca hoy en día debate(en parte gracias a artistas como Cage y tantos otros).
En todo caso, mientras los críticos se ponen de acuerdo, me parece importante mostrar este ejemplo como sugerencia y invitarlos a buscar más sobre la obra de este autor y de este género musical si no lo han hecho ,para que posean una opinión objetiva frente a él. Aquí les dejo el ejemplo que a muchos les parecerá algo muy nuevo , pero a otros les parecerá muy “cliché” sin embargo¿ Otra vez este man con su Cage?
Por último, es bien sabido que la música siempre ha recibido influencia de los demás artes y esta a su vez la ha dado influencia a las otras artes. Ha habido incluso veces en que la música se ha mezclado con los otros tipos de arte. Todos hemos oído hablar de comedias musicales por ejemplo. Sin embargo, son raros los casos en el que el mismo música hace teatro a través de su interpretación. Son muy pocos los casos en que interpretación musical teatral y musical sean una misma cosa así como lo hace Victor Borge un pianista que realiza diferentes piano sketchs en los cuales ridiculiza un poco a los músicos incluso. Sin más perorata y sin enredarlos más, dejemos que el mismo Borge nos cuente de lo que estoy hablando.
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