Jazz PIJ Javeriana

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al jazz y a la música moderna desde el
Programa Juvenil de Música de la Pontificia
Universidad Javeriana

26.3.12

El aroma del artista

Posted by Juan David Garzón |

Reseña del concierto de Ricardo Narváez
Por la estudiante Carolina Torrente

Cada artista es un autor, un autor con su propia firma que tiene el deseo de escribir su propio guion, un guion que no solo se escribe, sino que se dibuja ya que en su propia creación  académica existe la posibilidad de jugar, de discutir, de darle vida y convertirla en algo particular, en un único estilo que tiene el poder de hablar por si sólo y pasar de una hoja a una escena de pasiones, sentimientos e impactos.
Una escena donde no sólo participa el protagonista principal, sino todos los que conforman la obra y los espectadores que están ahí para apreciarla, para soltarse, para dejarse llevar y participar de forma pasiva. Y de esta manera el pasado viernes 2 de marzo tuve la oportunidad de conocer unas cuantas ingeniosas escenas de un reconocido saxofonista Colombiano, llamado RICARDO NARVÁEZ donde pude deleitarme con su nueva producción discográfica llamada “Esperando” acompañado de Holman Álvarez (piano), Julián Gómez (Contrabajo) y Pedro Acosta (Batería).

Fue vibrante desde todos sus fragmentos, ya que en mi caso pude experimentar sensaciones de locura, emoción y a veces me podía llegar a sentir como parte del juego instrumental. En el caso de la obra “El núcleo”, donde el mismo Ricardo Narváez nos dio a entender que era una combinación  de “cumbia jazz” recuerdo que me quede pensando “OHH, vamos a ver con que sale este loco” y efectivamente me pareció una nota en cuanto a la forma y también recuerdo que pensé ¡Qué buena vaina que no solo interprete y componga un género como lo es el jazz sino que desde su aroma quiera dejarse oler por combinarlo con música de su tierra, Colombia! Me quede pensando lo bonito que es ver como el artista crea su propio estilo desde su gusto, en este caso interpretándolo como un trasfondo cultural y un deseo de ser olido.



Por otro lado hubo momentos en los cuales me conmovió y pasé de un momento eufórico a un sentimiento de nostalgia como en el caso de la obra “Sueños de un secuestrado” donde me dejé llevar a una página en blanco donde podría de cierta manera dibujar en mi cabeza esos deseos desde la perspectiva del tema.
Con cada una de las obras me sorprendió, desde sus particularidades, el diálogo que establecían tanto en su estructura base, como también en los momentos de improvisación donde se recreaban imágenes de respuesta entre los instrumentos, de golpes y de persecuciones; que terminan tornándose divertidas, en mi caso como espectadora. Recuerdo que en un momento me quedé pensado ¡Fuck, de que estarán hablando el piano y la batería! porque hubo una parte donde los dos participaban jugando entre sí, y el batero dejó de utilizar baquetas y comenzó a tocar con las manos, eso fue algo ¡increíble! Y aparte sonó una nota.

Así mismo en algo que me fijé arto fue en la puesta en escena ya que me parece gran parte de una obra y en este caso me llamo la atención como desde la individualidad de cada instrumentista se podía interpretar. En el caso de Ricardo se podía ver la pasión y el sentimiento profundo por sus gestos, por que en su mayoría mantenía los ojos cerrados; En el caso del pianista me llamaba la atención como “cantaba para sí” sus improvisaciones y las reproducía en el piano; En el caso del contrabajista se veía pasión y concentración y finalmente el batero que reproducía la mayor diversión, yo solo decía ¡Que rico como se escucha! Siempre que lo veía, se le veía una cara de estar disfrutando absolutamente todo.

Finalmente el público de tanta emoción quiso pedir un poco más de música y entre palmas unísonas vuelven a salir a la escena interpretando “ All the things you are”, en un comienzo creí que era un JAM, pero pregunte y me aclararon la duda. Y nada, cerraron con una interpretación ¡Una verraquera!
Todo esto ocurrió en una hora y pico, donde me quedé sin palabras, ¡GRAN GRAN CONCIERTO!, me lo repetiría sin duda alguna y si hay oportunidad de ir, recomendado 100%. Toda composición de Ricardo Narváez, artista total y virtuoso, muestra de su propio aroma y evidencia de ser un grandioso músico.

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